20 diciembre 2013

Querétaro


Buscaba entender un montón de cosas, que si fueran objetos, seguramente los tendría apilados en la esquina de mi habitación a la espera de su turno para ser disecados uno por uno, desafortunadamente sólo hablo de sentimientos e ideas vagas que se suceden una a una sin aparente congruencia... Yo buscaba entenderlas, y te consulté como siempre se debiera consultar al cerebro antes de dejar hablar al corazón...

Llegué hasta ti y bueno, me encontré con eso que necesitaba para mover el epicentro de mi mundo, mi diminuto mundo... Encontré eso que ahora eres y que por supuesto jamás fue algo que vi de ti desde que te conocí. Porque claro que te conozco, quizá jamás te he tomado de la mano ni nos hemos tomado un café caliente a la cuenta de 3 y por supuesto que jamás he sabido qué se siente mirarse a los ojos a una persona con quien ya has hecho tantas memorias a tan sólo un clic de distancia...


Y es que de pronto recordé quiénes solíamos ser años atrás, tan ingenuos quizá, tan niños a lo mejor, no lo sé y casi estoy segura que tú tampoco lo sabes, pero eso me gustaba, cuando escribíamos por el simple placer del deleite o como aquella ves que te conté que nos soñé a todos tomando un café y no hubo ningún reproche, ningún pretexto ni siquiera fue necesario acotar que no soportas el café. 

Eso quiero, eso siempre he querido, poder decir, de verdad en el mundo existen personas tan increíbles al clic de mi computadora y al "vamos por un café" de una llamada...

Y espero que esto que intento decir no te moleste, siempre nos hemos dicho las netas por mucho que no nos gusten en ocasiones. Y te cito si me lo permites: "(...) aquí estoy, recordándote cuán importante eres para mi, me despido mi amiga en la distancia, no con un adiós, sino con un hasta luego, esperando que no se torne eterno."


Para ti, aunque ya sabías que era de ti de quién hablaba :)

01 noviembre 2013

Suicidio emocional


Creo que en realidad lo que duele demasiado, y por supuesto lo que nos lleva a cometer suicidio emocional al "stalkear" en las redes sociales, es saber que hay alguien allá afuera, que tiene una parte de ti, no sabes si mayor o menor a la que tú tienes de esa misma persona, sin embargo es así y el hecho de pensar que aquella persona, quizá, está blasfemando sobre eso que sentían el uno por el otro, al cometer burlas, indirectas o cualquier otro tipo de cosa, uno siente que eso que hacen con ese pedazo de amor que tienen, es como si nos lo estuvieran infingiendo físicamente.

Creo por supuesto que este gusanillo espía que nos pica cada cierto tiempo, es completamente normal, ya que somos seres amantes, necesitamos amar y que nos amen, al final del día ese termina siendo el propósito de nuestra vida aquí en la Tierra, "amar y ser amado de vuelta".

No considero errónea la idea de "buscar" el amor en las personas que creemos que son afines con nuestro estilo de vida y valores inculcados. De hecho, es bastante proactivo, ya que con lo anterior empiezas a conocerte a ti mismo a través de alguien más, es por es que al terminar una ruptura amorosa, terminas amándote un poco más de lo que ya te amabas. Creo que quizá en lo que estamos mal es en creer que el tiempo es eterno o breve, siempre siendo polares con las magnitudes de este, a ¿qué me refiero con esto? Pues sí, creer que pasaremos el resto de nuestras vidas con la otra persona o sólo unos momentos efímeros, hay que aceptar algo desde un inicio, hay que decirlo si lo sentimos prudente en el momento, sin embargo no todo el tiempo, ni creerlo nosotros mismos o condicionando ciertos factores del presente con esa proyección que se tiene del posible futuro en cuestión. Tanta seguridad por una parte provoca, en ocasiones, inseguridad en la otra parte. Hay que recordar ante estas polaridades, que lo que piensas que será, es lo que atraerás como un imán. Sólo hay que dejarse fluir.

También está eso que creemos de que el amor no existe, que es sólo una idea que nos hacemos de alguien más para con nosotros. Y desde que concebimos ese pensamiento en nuestros corazones, quedamos sentenciados, y destinados a fracasar, a perder siempre. Es por lo anterior que debemos entender desde este preciso segundo, que el amor claro que existe, y el amor por supuesto que es perfecto. El universo sencillamente se sigue manteniendo en pie gracias al amor, a su existencia y perfección. 

Querido lector, las sucesiones del amor, que por supuesto que somos la variable que afecta la constante del amor, son las que siempre están cambiando, y no sabemos a dónde nos van a llevar. Pero míranos, ya nos han traído a aquí, para contarte esto. Entonces algo bueno está sucediendo ¿no lo crees?

27 octubre 2013

Para recordarte...

Esta vez no escribo para decirte adiós, ni darte una bienvenida. Esta ocasión escribo para recordarte. Quizá te parezca irreverente querer recordar a alguien que quizá no se ha ido, perdón, que no se ha ido de aquí. Es cierto que nuestra historia ha sido de las más largas y fugaces, es cierto que todo empezó alguna noche de verano en que por accidente nos miramos bajo aquellos árboles y las luces a medio tono. A través de nuestro cuento, o en este caso de nuestra fábula tan magistral, se veían acotados varios acontecimientos muy extraños y ajenos, tal vez hasta para nosotros mismos. Tantas batallas bien libradas, tantos enojos y besos de recompensa, tanta magia y causalidades o casualidades? No estoy tan seguro... La última supongo fue la de aquel concierto de nuestras vidas, bueno, al menos para mí. Cuando de pronto aquel cantautor decía mi nombre el tiempo se detuvo, recuerdo bien porque no estabas ahí deteniéndolo entre tus manos. Esta vez, fue diferente. Y entonces me platicó, que había una canción de tu corazón para el mío. Fue en ese momento que me rendí, me rendí ante ti, me rendí ante tus delineados ojos verde infinito, ante sus secretos. Me rendí ante tus rizos desobedientes, ante tu hermosa sonrisa, ah tu sonrisa... Mujer, desde aquel momento te amé sin ataduras, sin tabúes, sin estereotipos, sin misterios, sin arnés de seguridad, sin casco... Tal vez fue el tiempo incorrecto, o quizá tardé demasiado en dejarme caer entre tus brazos... Es algo que uno no controla, por eso se llama "Fall in love" cuando caes, nunca lo haces intencionalmente ¿Cómo podría yo hacerlo en una historia tan magistral como la nuestra? Fuimos como piezas de dominó, simplemente impulsadas por el azar. Lástima que todo terminara, que no quisieras revolotear conmigo, lástima porque aunque me hicieras enojar, al final del día siempre quería regalarte el mundo entero, tal sólo por una sonrisa tuya, por esa imagen tan hermosa de tus ojos entrecerrados y tu boca semi abierta al sonreír, tan sólo por una sonrisa reina del mundo...

02 septiembre 2013

¿Por qué te conocí?


Me caíamos bien cuando nos queríamos, cuando existían esas ganas de estar al lado del otro. Intenté buscar la respuesta a tanto sufrimiento, intenté y de verdad que traté, ver las cosas desde un punto medio, equilibrar la balanza con el peso de mi amor por ella. Regresé al punto de partida, quizá pretendiendo saber si íbamos bien... Pretendiendo que no nos habíamos perdido ya en una curva inesperada...

"¿Qué estamos haciendo?", le pregunté mientras me clavaba su hermosa y casi perfecta pupila verde infinito con hermosas estrellas fugaces anaranjadas justo en el centro de mis ganas de vivir. Esta vez todo era distinto, no me miraban aquellas estrellas incendiadas en el torbellino del placer ni mucho menos sus ojos se me tornaban azules con el filo de la dulzura que provocaba nuestro amor... Jamás esperé una respuesta a aquel cuestionamiento de mi inconsciente, imaginaba que aquella pregunta simplemente era retórica, de aquellas balas de salva que lanzas sin intención de herir a nadie. 

Recuerdo haber sentido que moría, cuando ella curveó la línea perfecta de su voz para sencillamente decirme, "Nos estamos perdiendo, eso justo hacemos..." mi corazón juro que se detuvo, mis ganas de ir y venir por la calle colgado de su mano, acurrucarme justo sobre su pecho, ser confidente de los secretos que me balbuceaba su corazón, no podría creer que en verdad estaba perdiendo aquello que tanto amaba, aquello que para mí significaba algo... Lo que siempre pensé que significaba para ambos...


Tal vez esa escena simplemente se reducía a los fragmentos de vida que no supe darle, y es que debo aceptarlo, no soy perfecto y probablemente tampoco perfectible como se dice, simplemente soy lo que nadie necesita y que pienso que alguien quiere. Soy lo que no tengo lo que no demuestro, tal vez soy los "no" en vez de ser los "porqué". Quizá, aunque su sonrisa aterrada al dejar el apartamento aquella tarde lluviosa, no fue la sonrisa de desesperanza que realmente esperaba. Era la sonrisa que siempre temí, la que esconde aquella simple frase asesina, "¿Por qué te conocí?".


30 junio 2013

El secreto


Se ha hablado tantas veces de los secretos ligeramente escondidos detrás de las sonrisas o incluso en las miradas vagas que uno observa por la calle, se ha dicho todo y nada a la vez...

Sin embargo, existe otro secreto incluso mayor, que se esconde en la válvula principal de los corazones, se activa cuando empiezas a sentir que los suspiros son inevitables, que cada vez que intentas escribir se te escapan a tropiezos las letras de su nombre. Es tan parecido al momento en que decides resbalar tus dedos entre sus rizos negros y sólo consigues atorarlos. Pero eso jamás te importó por qué es un hermoso pretexto para estar quebrando ese muro de cristal que los tenía alejados, es el pretexto perfecto para verte reflejado en sus ojos, en ese infinito tan magistral, de ese mismo que sólo habías escuchado en los cuentos...

Existe este secreto de cuando te enamoras, cuando nada te pertenece y todo es mágico, ese segundo en que eres invencible y lo suficientemente fuerte para reclamar aquello que crees merecer tan sólo por haber esperado al tiempo llegar y traer el camino de esa persona al tuyo. Cruzarse aunque sea en un micro segundo pupila con pupila, imaginar cómo sería tocar su sonrisa con tu boca, si quiera con tus dedos temblorosos, soñar e idealizar la forma en que sus labios pronuncian ese secreto que tú intentas retener tan abrasivamente, tan inútilmente.

Esperar el momento indicado para salpicar su corazón con lo que el tuyo siente ya. Esperar tenerla de frente, tomar su mano delicadamente entre la tuya, observarse y sólo pensar "estoy tan enamorado ya..." intentar subir la mirada para que ella no lo note, y toparse entonces con sus ojos, ligeramente iluminados por los faroles de la calle, pero qué coincidencias tan majestuosas los han llevado a aquel sitio del cliché, sus ojos... Si las palabras ya existieran para poder describirlos a la perfección con cada cambio de color, con cada pequeño trazo que los forma, que los delimita, que te reflejan... Sonreír de manera incontrolable y así, sin poder contenerlo más, justo como un suspiro, el secreto que tanto tiempo guardabas como egoista soñador:


04 junio 2013

No tan evidente, pero hablo de ti


Supongo que hasta cierto punto puede llegar a ser sencillo hablar sobre alguien que te inspira, hablar sobre cómo su sonrisa combina coquetamente con el esplendor que se refleja en su mirada cada vez que le observas. Hablar sobre la forma en que su cuerpo dicta partituras de una incógnita canción, o tal vez hablar sobre cómo su cabello negro se escarcha de fulgores cuando lo tocan los rayos de Luna.

Es bastante sencillo dar cuerda a toda aquella cursilería que te provoca Ella, pero, ¿será tan sencillo explicar lo que sientes? Yo sé que siento como un cosquilleo temeroso cada vez que hablo con ella, o cuando pienso en su nombre, experimento esa explosión a la altura del ombligo, que posteriormente se expande hacia afuera, como proyectándose desde ti mismo. O aquella inconfundible sensación de saber que la sangre empieza a subir de tu cuello para llegar hasta tu frente, y en menos de un santiamén estas hecho un jitomate.

Sé que cada vez que hablo sobre Ella se me ilumina la vida de una manera incomprensible y para mi, apenas descubierta. No es secreto que mis ojos sabotean su propio color para convertirlo en un plateado incandescente. Ni es mentira mi tan torpe sonrisa al contarle al mundo quién es Ella.

Supongo que entonces sí es sencillo hablar de esos detalles que convierten a esa persona en alguien increíble. Pero no creo que sea eso lo que te hace quedar prendado de alguien, quiero pensar que eso que te "ata invisiblemente" son aquellas cosas que aún no sabes y que probablemente jamás sepas, porque existen secretos que no pueden ser revelados por que el alma perdería intriga, misterio y entonces ¿qué nos haría enamorarnos por fin de esa persona? Caer inevitablemente a esa copa de amor sin fondo, dejarse llevar sin arneses, ataduras ni imposiciones. Ser libres al amar a esa persona, partirse tal vez en mil pedazos, pero sería una fractura que no dolería, por que simple y sencillamente te has entregado a lo que es más importante en el mundo, a lo que es inevitable y por supuesto, es el mejor milagro terrenal, amar.

19 mayo 2013

Ella


Me pregunté tantas cosas aquella noche, me preguntaba si aquel sueño había sido un elixir revelador o si esa verdad tan simple se había escondido al fondo de mi bolsillo.

Mientras la miraba bailar, me preguntaba si quizá sólo era el reflejo de todo aquello que jamás tuve el valor de intentar ser, o quizá en ella veía todo aquello que jamás busqué, pero quizá sería lo que más feliz me haría.

Recuerdo que entre hielo seco y música, música que ya no recuerdo el estilo, me encantaba ver las sonrisas que se le escapaban e iban a dar directo a mi corazón, sus ojos tan brillantes y abismales, aún no entiendo qué fue lo que me hizo deshacerme por ella.

Toda la noche pensé en halagar esos detalles que me hacían encontrarla magnífica, pero pensé que eran tan obvios que me vería ingenuo al si quiera mencionarlos. Así que dejé que el tiempo pasara y para cuando miré el reloj nuevamente, ya estaba en casa preguntándome por qué jamás le hablé de lo que necesitaba decirle, por que no le hablé del exquisito misterio que se posa en su sonrisa y la magia escondida en su mechón de cabello cayendo con dulzura sobre sus ojos, por qué siempre que intenté decirle algo, de mi boca salían tantas palabras sin sentido... Olvidé decirle que, sencillamente, era misteriosamente hermosa...