11 noviembre 2012

Se me escapó tu nombre


Tal vez algún día logre dirigirme a ti sin este titubeo en mis labios al siquiera pensar en tu nombre... Había resultado bastante fácil el hecho de, sencillamente, omitir tu pensamiento de mi cabeza, pasar por alto tus poesías de mi corazón. Es bastante sencillo hacerte de pronto desaparecer de mi.

Hoy, querida, hoy fue distinto, sentí esa explosión interior al ver cuánto tiempo ha pasado, como sigo aquí cual ingenuo soñador que, erróneamente supongo, anhela el día en que recapacites, que veas lo que siente tu corazón, o sentía. En este momento creo que no nos reconoceríamos, somos tan distintos ya, sé que somos aquellos adolescentes que se encontraron por infinita causalidad. Pero ya no somos aquellos niños que se amaron, que se miraron aún por encima de la terrenal piel.

Querida mía, hoy tu nombre se me escapó del corazón, fue inevitable, pero se me ha escapado como una plegaria que sube al cielo, se me ha escabullido como el aire de cada suspiro por ti. Se me ha ido de las manos, y yo, simplemente corrí tras de el, claro que fue más rápido que yo... Fue aquel instante cuando mi mente se disparó a seguir tejiendo una serie de memorias, como una película, una larga película...

Y veme aqui, nuevamente, no me mal entiendas, amo escribir quizá tanto como respirar, y claro, sobre ti, aquello que conozco incluso mejor que a mi mismo, no me molesta. Al contrario, me inquieta, me invade de duda, el querer saber si algún día podré realmente dejarte ir, dejarnos vivir. Poder olvidar tus múltiples sonrisas, tus hermosos detalles, cada lunar sobre aquel, mi lienzo favorito, olvidar simplemente que respiras y que, aún a pesar de mí, me das vida con cada respiro tuyo.

Olvidar, olvidar, aquel veneno de los que no se atreven a soñar. No te precipites a juzgarme, solamente soy un tipo que te recordó, así como cualquier cosa que has pasado por alto. Simplemente soy quien por error, pronunció tu nombre y se distrajo tanto que el propio corazón lo ha balbuceado también.

No me mal entiendas, querida, simplemente, de vez en vez y justo como hoy, que olvido guardarte bajo llave en mi bolsillo, me pregunto el mismo martirio de siempre: "¿Qué andarás haciendo?"

27 septiembre 2012

Mi último recuerdo


Estoy tan cansado ya, de escribirte con grafito, pincel, tinta... Estoy cansado de escribir una y otra vez para mí, cómo te conocí. La forma tan exquisita o mágica en que llegaste a mi vida, a salvarme, enseñarme tantas cosas...
No, por favor déjame continuar, sé que piensas que exagero y que no hiciste nada. Pero permíteme contarte, contarme, contarnos, lo que en realidad sucedió, lo que en muchas noches, como esta por ejemplo, anhelo que suceda de nuevo...
Llegaste no sé cómo ni en dónde, llegaste cuando no lo deseaba pero lo necesitaba, cuando mi tic tac estaba por detenerse sin que me hubiera percatado. Una noche de Febrero te di acceso total a mi corazón. Te colaste de entre las hendiduras, te filtraste como libre rocío al amanecer, diminutas gotas que fueron saciando mi sed de vivir. Te convertiste en mi diario vivir, mi poesía a término medio rociada con gotas de miel y dos almendras...
Hace mucho tiempo que esto nos pasó a los dos, aquel momento de la vida en que podíamos jurar que, en la distancia, cada cual escuchaba los gritos de auxilio, las membranas suplicando por saciar la necesidad del otro. O cuando bebíamos copas de anochecer bajo las pizcas de poesía que nos dábamos de comer en la boca. ¿Recuerdas todo aquel tiempo nuestro?
Ahh, hoy me haces tanta falta, y es que cuando mi vida toma cierta dirección empiezo por asustarme, ya me conoces, y después me emociono, pero al final, siempre me da miedo moverme de donde estoy. De este sitio donde me viste por última vez, y es que tengo pánico de que quizá algún día regreses, y yo no siga aquí, esperándonos con miles de hojas en blanco...
Probablemente la vida no nos dé de nuevo esa oportunidad que tiempo atrás tuvimos a manos llenas, quizá no lo haga, o quizá tú no nos la quieras regresar...
Supongo que jamás entenderé la razón de tu partida, jamás entenderé si fue que te cansaste, si acaso no estabas dispuesta a dejarlo todo por amor, por nuestra locura compartida, como solíamos decirle. No creo que fuese falta de entusiasmo por que recuerdo nuestras promesas de conquistar cada rincón del mundo, incluso de nuestro cuarto contigo, mi último recuerdo del infinito aún es contigo...
Está noche estoy sencillamente cansado, no me mal entiendas, jamás será sobre ti. Esta noche simplemente estoy cansado de escribirte, de intentar llamarte y colgar, de intentar llegar a ti y sentir que mis brazos aún son demasiado cortos para si quiera sostener tu recuerdo. Estoy cansado de gritar en el insomnio de mi vida tu tan perfumado nombre. Estoy agotado de intentar escribir cuánto aún te necesito en este papel afilado de nuestro pasado. Estoy harto de sangrar mis dedos sin obtener de ti, ni una sonrisa de cortesía...

18 agosto 2012

Éste que se va

Este segundo en el instante es mio, es tiempo de dejarme ser quién no me he permitido ser. Esta noche, amor mío, quiero presentarme tal cual soy, tal cual el universo me forjó, con mis múltiples defectos, y con mis racimos de virtudes, mi maleta llena de reproches pero sobre todo, mi corazón lleno de cicatrices.
Soy un tipo cualquiera que sueña más que el promedio, en su mayoría despierto, un sujeto que jamás se peina y adora los lentes redondos. Un individuo que goza de utilizar camisas a cuadros, sin importar cuán pueblerino pueda parecer, un chico con una sonrisa escondida y siempre una mancha de pintura en algún sitio, alguien eternamente enamorado de la noche y su musa la Luna. Un niño que juega con los botones de la camisa de su propia musa que llama Lola, éste soy yo. Y ésa eres tú, Lola, mi hermosa musa, la mujer de mis sueños imposiblemente alcanzables.
Sé que hay muchas cosas que no sabías de mí, pero también sé que esa misma cantidad, son las cosas que espero algún día descubrir de mí. Esta noche simplemente quiero enjugar mis recuerdos viejos, los recuerdos echados a perder, claro que sucede que los recuerdos caducan, llega un momento en que, pasan demasiado tiempo almacenados en la parte trasera de nuestro corazón, y pues bueno, cuando esto sucede empiezan a apestar, empezamos a echarnos a perder también.
Así que, antes de que esto suceda quiero mejor hacer limpieza, dejar ir tantos nombres que, te confieso Lola mía, siempre quise que reemplazaran el tuyo. Me deshago de las blusas que jamás desabotoné, los amaneceres que me perdí, pero sobre todo, me quiero deshacer de aquello que para nada sirve...Me deshago de los problemas que ocasioné, que ocasionaron, que nos separaron...
Siguiendo con la limpieza, me encantaría decir que donaré parte de mi colección de canciones dedicadas para los océanos en el mundo, para regresar así también cada amor de verano que abandoné en las orillas. Y por último deshecho las cartas de amor que tenían mi dirección, y aquellas que jamás envié las regreso al Sol, para que cada letra de miedosa pasión en ellas queme mi crónica inseguridad.
Habiendo sacado todo esto, creo que me queda por decir que, ahora, soy más parecido al ser de quién te enamoraste tú Lola, estoy consciente de que no podré ser en su totalidad aquel maniaco otra vez. Pero si te puedo prometer algo como certero sería que siempre te amaré, ahora con más espacio en mi corazón, con el entusiasmo de un adolescente tal vez, pero con la verdad de un anciano...

14 julio 2012

Carta a un conocido

No quiero hablar de ti, escribir y escribir sobre todo aquello que justo vivimos. Sé perfecto que, el intentar mantenerte así de cerca de mi corazón, aún es peligroso. Pero ¿sabes? Al recordar tus delineados ojos azules tan inolvidables, tu sonrisa tan grandiosa y por supuesto tu piel, blanca... Mi mente crea algo que, aunque incierto e indefinible, me llena de paz para hacerme sentir plena...

No me sorprende el fugaz paso de tu vida por la mia, ni la vertiginosa irrealidad con que se sucedierón los momentos. De hecho, lo que aprisiona mi sorpresa, por sobre todas las cosas, es la forma tan espectacular en que me robaste un suspiro y un sueño, la sutileza con que me cautivaste, y es que sé que no fue tu linaje europeo ni tu acento con chispa grave, así como tampoco fue la incontable cantidad de veces en que enaltecías mi belleza.

Aquella lluviosa noche un sortilegio inexplicable nos alcanzó tal vez fue en el segundo en que la luz se fue o cuando los rayos incandescentes decendieron hasta la playa. Llámame loca, pero quizá fue el vodka o el capuchino.

Yo no quiero saber qué sucesos tan extraños nos llevaron a vivir aquel momento, ni quiero saber si algún día te volveré a encontrar.

Quiero hablar de lo que bebimos aquella nohe, y eso, querido, te aseguro que no fue cerveza. Hablo de que la vida, tan impredecible como suele ser, nos dio a beber un poco de destino, para dejar por seguro que tantas coicidencias en una sola noche, sí pueden suceder, que el idioma no es barrera, sino pretexto. Pero sobre todo, que tú y yo y aquel micro cuento estaba decidido a suceder, sin importar qué tan de acuerdo estuvieramos.

Por todo entonces, te agradesco, por ser quién eres y seguirás siendo. Pero sobre todo, regresar a mi, eso que tenía tan olvidado, arrinconado e incluso le temía; mi fe.

20 abril 2012

Carta 130

129 cartas de amor, eso fue lo que quedó de nuestro amor, lo que dejamos libre para que el mundo entendiera nuestra peculiar forma de mirar el cielo estrellado juntos...

Desde que te conocí y me enseñaste a amarte, desde ese día entendí que el infinito era nuestro, que si acaso existía algo que desconociéramos, sería aquello que descubriríamos juntos. Tú y yo tomados de la mano.

Existió un tiempo en que fui tan feliz que ni siquiera podía dimensionar lo que por ti sentía, la interminable sensación de satisfacción que se concebía en mi corazón... Pasó el tiempo y ahora que en exceso se nos ha adelantado, entiendo que, por primera vez fui enteramente feliz, tan feliz que no pude acurrucar aquel néctar entre mis manos para beberlo despacio. Me emborrache de melancolía y sencillamente postergue lo que habíamos logrado construir, arrinconé tus redondos ojos azules, mis cientos de versos mal rimados para ti, probablemente, nos sentencié a lo que vivimos hoy.

¿Recuerdas aquellos instantes placenteros que vivimos soñandonos despiertos? Después de eso, recuerdo bien que sencillamente desapareciste ¿o te hice desaparecer? Al dejar de creer en lo que podíamos alcanzar, dude de los dos ¿acaso?

Tal vez sea tarde para decirlo pero, te amo. Me fue necesario soñarte en sueños para entender que, simplemente no se trataba de lógica, precisión o matemática... Tal sólo era entender que eras el amor de mi vida, que tus ojos de múltiples destellos azules, eran el espejo por el cual, día tras día me tendría que ver despeinado y con la baba escurrida a despertar.

Una carta cada 20 de Febrero, eso era lo que recibí de ti por mucho tiempo, a cambio te he dedicado todos mis 11 de Junio tan sólo para ti. A pesar de la distancia tan asesina que hemos tenido que cargar, jamás dejé de escribir para ti, de dedicarte cada uno de mis suspiros, de mis pensamientos...

129 cartas de amor, claro que no estoy contando las que a diario escribe mi corazón, pero que mis manos, sencillamente no logran enviar... 129 veces que nos estremecimos...

Es tan difícil esto de escribir la carta 130, la carta del adiós, es complicado entender, mejor dicho, hacerle entender a mi corazón que, es momento de la desintoxicación, es momento de dejar de lado el insomnio idílico, sólo es momento de dejar ir más de la mitad de mi propio corazón...

24 febrero 2012

A media noche


Esta noche se han terminado las dudas, las falsas ideas de sucesos nunca realizados. Esta noche me presentaré como lo que soy, lo que siempre he sido y quiza, nunca has conocido, y con justa razón, no valen mucho unos ojos cuyo reflejo es el mismo que espera ansioso en tu espejo por las mañanas.
Hoy vengo a ti con el alma desnuda, con los miedos desplumados, y con mi bolsillo lleno de sueños y promesas para ti, mi musa desdichada, hija del infinito y sobrina de lo imposible, oh sí, tú mi bella doncella de cabellos multisabor y labios sin rubor.
Podría alardearte por horas, sobre el hecho de que, quizá yo sea la persona más indicada para amarte día a día, besarte hora tras hora, y repetir de forma indefinida y sin métrica; de qué forma se creó el universo... Esta noche, podría decir tanto que me adorne como el mejor gallardo caballero, pero no lo haré, porque no soy ese caballero, ni tú eres una Dulcinea más.
Esta noche, amor mio, soy el poeta que desde que te vio de entre la niebla, ruega dibujarse indefinidamente en tus ojos, esta noche seré esa persona que pocas veces te dejo ver, esta noche, si tú así me lo permites, seré yo mismo.
Vengo a confesarte, mil doscientas cosas que, claro está, no caben ni en el infinito de tu beso. Pero si de algo sirve, dulce angel, puedo contarte tantas historias como estrellas en el infinito, calmar tu sed como manantial de agua pura, y ademas de todo, quererte...Tanto, como me de la locura.
Esta noche, en realidad, vengo sencillamente bajo cualquier estúpido pretexto que me permita estar más cerca de ti, vengo a contarte cómo fue que nacio el cielo en tus ojos, y cómo fue que yo me enamoré de ti. Es precipitado, lo sé, pero no por eso irreal o falto de sustento que no sea tu cabello que cae juguetonamente sobre tu ojo.
Mujer de mi vida, esta noche, no soy nadie más que, un poeta enamorado. Enamorado de la vida, del amor que se sucede día a día entre los pasillos del hospital, un loco y demente trota letras. Pero sobre todo, enamorado de mi musa abnegada y fugaz: Lola...