28 marzo 2011

Monomanía


Noche bohemía, frío atardecer y unos cuantos recuerdos regresados desde el pasado. Noche de 27 días, me tomaste por sorpresa, tan súbitamente...
Noche de monomanía creo yo, tu recuerdo me entro por los poros una vez más y simplemente, no supe qué hacer, como muchas otras repetidas ocaciones; en que, sin querer me dejaba llevar por el sutíl beso del aire en mis labios, por el aroma sublime de tu perfume, tan vago, tan vano...Tan perpetuo.
Cada suspiro nuestro nos envolvía en una red de promesas, suspirabamos lo mismo los dos; como diría el gran maestro Cerati...Nuestra vida juntos ya estaba escrita y siempre lo estuvo, desde que, por accidente nos miramos en aquel aturdido callejón, que, desde que nos conoció parece ya tan suavizado por cada beso secreto que nos recitamos...
Y es que talvez yo mismo provoqué a tu recuerdo venir a visitarme a mi cama, lo deje entrar como dulce fantasma, lo recoste sobre tu almohada y le acomode el cabello detras de la oreja; justo como lo hacía años atras contigo...Ésta noche, me permití extrañarte justo como se extraña un día soleado, como se extraña aquello que no se tiene ya...Ésta noche deje que mi único acompañante, además claro de tu bello fantasma, fuera Edgar Oceransky y su música que, como te encantaba decir, recitaba los versos de nuestra vida, y sí, hoy me pude dar cuenta de lo verdaderas que eran tus palabras, lo atinada que eras al mencionar tal enigma...
¡Ah! Es que resulta tan hermoso mirar tu recuerdo vacío en mi corazón desolado...Es simplemente romántico ver cómo es que me he dejado llevar en este trance interminable de tus ojos azulados. Pareciera increíble pero, de vez en vez pienso que, estas palabras en tu nombre me resultan tan huecas... Dirás ¿huecas? Si es que hablo de ti con tanto amor, es cierto; pero sucede, amor mio, que, te tengo un amor infinitamente inmenso, un amor tan grande que podria alimentar a todo el mundo e incluso dejar para seguir manteniendolos en amor. Un amor tan bello y sincero que, simple y sencillamente no dejaría de ser nunca...Pero éste amor mio por ti es ya algo asi como un feretro, hermoso por fuera, divinos acabados, tercipelo, seda, caoba e incluso oro y plata...Pero por dentro, aquello a quien conserva en amor, aquel objeto de mi eterno amor, simplemente se tornó a cenizas, ¿entiendes mi analogía?
Quizá la monomanía de ésta noche no sea nada mas que un ligero y perpetuo arranque de necrofilia...